Estrenan un documental sobre el Equipo Argentino de Antropología Forense, el verdadero CSI
En 1984 un antropólogo forense de Oklahoma, Estados Unidos, y un puñado de estudiantes argentinos de Antropología y Arqueología que iniciaba sus capacidades en fosas comunes de la última dictadura cívico militar comenzaron a trabajar juntos con el objetivo de echar un poco de luz sobre la oscuridad de los años previos. Casi 40 años después, el documentalista méxico-estadounidense Bernardo Ruiz mezcló entrevistas actuales y videos de la época, ingredientes que logró reunir en una década de trabajo, para cumplir con un objetivo: contar la historia del Equipo Argentino de Antropología Forense. “El Equipo” se estrenó en febrero pasado en Estados Unidos y el sábado pasado en Argentina en el Centro Cultural Haroldo Conti, que contó con la presencia de Patricia Bernardi, una de las fundadoras de la institución que aún la integra.
“La historia del EAAF refleja un acto de solidaridad transfronterizo: un pequeño granito de arena de parte de un científico de un estado súperrepublicano, un contexto muy conservador, que colabora con estudiantes argentinos para construir justicia y verdad en América Latina y luego en el mundo. Tomo el haber hecho esta película como otro granito de arena, una luz de esperanza para recordar que en cada momento oscuro han habido rayos de luz”, concluyó Ruiz, documentalista de profesión, desde su base de operaciones es Nueva York, donde mantuvo una entrevista virtual con Página|12 días antes del estreno de El Equipo en Argentina. Le interesa que su trabajo se conozca “para que se conozca esta historia”, advirtió. Remarcó que en Estados Unidos el documental fue transmitido por la televisión pública de Nueva York, con una audiencia de 1,2 millones de usuarios, y que tiene pensado donar los derechos a una plataforma de streaming argentino: “Todos tienen que saber quiénes son y qué hacen en el EAAF. Es una manera de educar en la justicia y la verdad”, puntualizó.
El CSI real
Ruiz conoció el trabajo del EAAF en su país natal, mientras preparaba un documental sobre la labor periodística en México. Reportero, estrenado en 2012, indaga sobre la tensión e incertidumbre desde la que les periodistas ejercen el oficio en ese país atravesado de punta a punta por el crimen organizado. “En particular me topé con el trabajo de Mercedes Doretti”, cuyos primeros aportes la verdad y la justicia del pueblo chicano desde la antropología forense fueron con las víctimas de feminicidios en Ciudad Juárez, en la primera década de los 2000.
“Siempre he tenido interés en temas de derechos humanos e historias donde hay un vínculo entre América Latina y Estados Unidos. El trabajo del equipo argentino me impactó”, contó Ruiz, quien en diálogo con este diario reconoció que al principio sobró un poco el tema. “Muchos al igual que yo seguro se acercaron a investigaciones forenses a través de series televisivas. En ellas hay una especie de romanticismo, son historias muy pulidas, resuelven los conflictos de forma muy rápida. Yo quería contar cómo era una investigación forense en la realidad”, recordó.
Contactó en 2012 a Doretti y ella le recomendó que hablara con el fundador y mentor del equipo, Clide Snow. De aquella entrevista fundacional en Oklahoma, la casa de un Snow octogenario y en los últimos tiempos de su vida, que duró todo un día, pasaron diez años hasta que el documental estuvo listo. “Mimí (Doretti) tenía toda la razón del mundo”, aseguró Ruiz.
Se encontró con una tarea titánica atravesada por valores como la militancia, la búsqueda de justicia y verdad, la amistad: un grupo compuesto por un experto y un puñado de estudiantes universitarios jovencísimos –19/20 años–, un tanto temerosos en el marco de la reciente dictadura, que comienzan a colaborar entre sí y ya no se dejan. “Generalmente en esas historias, el vínculo dura lo que dura la colaboración. En este caso hubo colaboración por cuatro décadas, una solidaridad profesional a lo largo de los años que fue recíproca porque los estudiantes aprendieron al principio del maestro, pero después son ellos los que le empiezan a enseñar a él sobre el contexto de Argentina y de América latina. Encontré una historia que para mí es mejor que cualquier ficción”, señaló Ruiz.
La búsqueda de la verdad
En “El Equipo”, una coproducción de Quiet Pictures y ITVS en asociación con Latino Public Broadcasting y que contó con la colaboración especial de la productora local Argentina Fixer, es la voz de Snow la que cuenta una historia que son muchas. El antropólogo forense estadounidense, pero también Doretti, Patricia Bernardi y Luis Fondebrider, miembros fundadores del EAAF; el investigador científico Eric Stover –el responsable de llevar a Snow a Argentina–, Carlos “Maco” Somigliana; Freddy Peccerelli, actual director ejecutivo de la Federación de Antropología Forense de Guatemala, así como varios videos que “Mimi” grabó de elles trabajando en cementerios del gran Buenos Aires y en varios otros lugares del mundo, van hilando la historia del EAAF con la de los crímenes contra la humanidad cometidos por la última dictadura argentina, que fueron los que le dieron origen; los de El Salvador, los de México, los de El Congo y Zimbabwe, los de Guatemala.
Esos son solo algunos de los 60 países en donde la institución de antropología forense trabajó para echar luz sobre la verdad de los hechos que, en todos los casos, se quisieron ocultar. Entonces, El Equipo es también una declaración de principios: “La búsqueda de la verdad guía al EAAF”, resume Ruiz tras una década de trabajo. Varios pasajes en el documental respaldan su conclusión. “No hay que tener miedo a la verdad. el ocultamiento de la verdad no puede ser el modo de reconstruir una situación”, dice Doretti a mediados de los 90, tiempo después de que la asamblea legislativa de El Salvador perpetuara una amnistía para los responsables de la masacre de El Mozote, sobre la que un informe del EAAF fue determinante. En aquellos años, Argentina vivía también con los responsables del genocidio dictatorial local caminando por las calles, beneficiados con las leyes de Punto Final y Obediencia debida e indultos. “Te quedás sin respuestas. Eso pasa en todo el mundo y eso se llama impunidad y es la mejor garantía de que los hechos vuelvan a suceder”, reflexiona Fondebrider.
Fueron 10 años de trabajo para forjar el documental, en gran parte gracias a que le costó bastante a Ruiz conseguir recursos para llevarlo adelante. En una de esas búsquedas, “algunos ejecutivos y representantes de fundaciones me planteaban que la temática era interesante, pero que pertenecía al pasado. Y se preguntaban qué relevancia tenía. A la luz de los hechos que atraviesa Argentina, por ejemplo, me parece ridículo”, compartió en diálogo con este diario. Ruiz dijo que siguió “muy de cerca” las noticias sobre el año eleccionario en Argentina y que le impactó “muchísimo” que Javier Milei y Victoria Villarruel lograran la presidencia.
“Pero aquí estamos”, reconoció el documentalista, “en un momento de regreso de la ultraderecha y el fascismo no solo allí, también pasó en Estados Unidos, en Brasil, y pasa en otros sitios”, marcó. Y esa fue una de las razones por las que quiso “narrar los 40 años de historia” del Equipo, que son 40 años de historia del continente: “dictadura, justicia y verdad, impunidad, son olas que se ven muy claro en el documental”, completó.