Revolución en búsquedas: nuevas tecnologías detectan restos humanos en México

Contenidos EAAF Posted On 14/06/2021

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De ser incluidas en la búsqueda de fosas clandestinas darían múltiples ventajas, comentaron a Sputnik Mercedes Doretti, una de fundadoras del equipo, y Daniel Del Cogliano, ingeniero y colaborador.

Por ejemplo, la técnica Lidar comenzó a desarrollarse para mapear parte de la superficie de la Luna. “Con el paso del tiempo esas tecnologías bajan a un uso más masivo y llegan al área forense y, dentro de ella, una aplicación forense con DDHH”, explicó Doretti en diálogo con Sputnik.

La experta señaló que agregar evidencia física a las investigaciones de casos de violaciones a derechos humanos “les ha dado un vuelco”, ya que usualmente se sostenían únicamente en testimonios. Con el advenimiento del ADN y la posibilidad de extraer material de hueso para su identificación genética, se revolucionó el área de investigación humana en cuanto a la identificación de cadáveres hallados en inhumaciones clandestinas.

“Pero siempre nos quedaba pendiente la dificultad de encontrar las fosas clandestinas”, señaló la antropóloga forense argentina, de reconocida trayectoria como perito en buena parte de los conflictos armados del globo.

La particularidad de México, señaló, es que esta violencia continúa a la par del trabajo forense, realizado en muchas ocasiones de manera independiente y paralela al Estado por los familiares de las víctimas, en condiciones de extrema precariedad y riesgo.

“Viendo la cantidad de fosas clandestinas que se han encontrado en México, que se siguen encontrando todos los días con un bajo uso de tecnología, nos pareció importante dedicar un encuentro sobre las nuevas tecnologías que están siendo aplicadas a la búsqueda forense”, dijo.

Como resultado del encuentro realizado en la Ciudad de México en julio de 2019 se publicó el libro Nuevas tecnologías en búsqueda forense: recursos para la crisis de desapariciones en México, editado por el EAAF y el Centro de derechos humanos de las mujeres (Cedehm) y presentado a mitad de mayo de 2021.

El libro

El primer capítulo está dedicado a relatar los procesos de búsqueda protagonizados por las familias de las víctimas en todo el país, así como a recabar distintos trabajos periodísticos y de organizaciones civiles, que han echado luz sobre la crítica situación forense que vive México.

Por otro lado, versa sobre métodos para la visualización de enormes cantidades de información y datos, que permiten una mejor comprensión de lo sucedido en los casos y zonas investigadas. Se mencionan las experiencias en el uso de métodos estadísticos y probabilísticos para predecir la ubicación de nuevas fosas clandestinas.

Los autores dedicaron una especial atención a las experiencias de distintos países sobre el uso de tecnología de percepción remota, geoespacial y geofísica. Además, presentaron el análisis de los procesos químicos de descomposición de los cuerpos en fosas, que generan efectos visibles en la superficie y en el subsuelo.

“Esperamos que este aporte pueda subir el nivel de conversación sobre búsqueda forense en México y que permita ayudar a entender mejor en qué medida estas tecnologías pueden ser utilizadas allí y ayudar en sus búsquedas”, señaló la fuente.

Por último, el libro dedica un capítulo a un aspecto importante de esta discusión, que refiere al marco legal para su aplicación y, sobre todo, en cómo utilizar la información que ellas generan en los procesos judiciales de los casos investigados.

Tecnología prestada

Doretti apuntó que el papel de las ciencias forenses en las investigaciones de derechos humanos creció durante los últimos 50 años. En ese proceso, fueron tomando prestadas tecnologías de las más diversas áreas del campo científico, dándoles un uso nuevo en estos procesos.

Daniel Del Cogliano es doctor en ingeniería de la Facultad de ciencias astronómicas y geofísicas de la Universidad Nacional de La Plata, Argentina, quien se unió al trabajo del Equipo argentino en el manejo de estas tecnologías geoespaciales de percepción remota.

“Lidar es una tecnología que viene a complementar a la vieja y tradicional fotogrametría, que tenían las dificultades que cuando hay cobertura vegetal en el suelo no sirve”, señaló Del Cogliano.

En cambio, Lidar es una tecnología de escaneo láser, mediante la emisión de miles de disparos por segundo.

“Cuando eso lo haces desde un avión, hay tal densidad de haces de luz que penetra cualquier intersticio del terreno. En sensores inerciales, es posible calcular la ubicación del punto que reflejó el haz de interés en la superficie terrestre y darle coordenadas”, explicó.

Esto es importante porque para hallar un enterramiento clandestino se requiere de alguna evidencia que indique, por ejemplo, que el terreno ha sido removido. Los expertos señalan que las tecnologías magnifican esa capacidad de observación y, además, permiten hacerlo sin estar físicamente en el sitio.

Obtenido este mapa digital, se requiere poder analizar la información generada para detectar las anomalías y asociarlas a “eventos de interés”.

“Si alguno amerita ser estudiado en mayor profundidad, se aplican otras tecnologías, como el georradar”, señaló el ingeniero.

La lista es amplia y su evolución es constante. Del Cogliano dijo que esperan que este avance continúe, incluso con “algunas tecnologías que hoy nos cuesta imaginar”.

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